Tabla periódica de métodos de solución estructurada de problemas

Con los últimos avances tecnológicos, recopilar ideas es ahora más fácil que nunca. En contra de la creencia popular, la innovación no consiste solo en ideas. Si bien es cierto que no se puede empezar sin una idea, generar una es solo el principio. Si las ideas no se transforman en productos, servicios o mejoras que realmente representen un avance, no hay innovación.

Dependiendo de la idea, la ejecución puede darse de muchas formas diferentes. Si una idea se ejecuta correctamente, puede dar lugar a resultados positivos que transformen la organización en su totalidad. Sin embargo, si se ejecuta mal, puede provocar una “reacción” negativa para toda la organización.

Por eso, en esencia, la innovación consiste en resolver problemas. Cuando se trata de innovación, para solucionar los problemas, mejorar los procesos y lanzar la innovación al mercado, se requiere de planificación y estructura. Afortunadamente, existen muchas metodologías y herramientas para la solución estructurada de problemas que le permitirán avanzar en su camino hacia la innovación, la ejecución y las mejoras.

¿Por qué es importante la solución estructurada de problemas para la innovación?

Al implementar un proceso disciplinado, una organización puede agilizar la innovación, evitar los errores comunes de los experimentos fallidos y centrarse en actividades que den resultados. Por ejemplo, al adoptar un enfoque estructurado para definir un problema, e identificar formas de medir el éxito, un equipo puede evaluar si es posible alcanzar el objetivo. Al enfocar sus esfuerzos, los equipos de innovación pueden resolver problemas específicos y obtener resultados con mayor rapidez. Sin ese enfoque, es probable que los equipos se esfuercen por lograr metas amplias, abstractas y cambiantes, con “objetivos móviles” que les impidan crear mejoras concretas para su organización.